PROBLEMA DEL MERCADO
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Desigual Distribución de Ingresos
En las industrias del entretenimiento y los videojuegos, una parte significativa de los ingresos generados por el contenido no llega a los creadores originales. Sellos discográficos, estudios de juegos, plataformas de streaming y otros intermediarios toman la mayor parte, dejando sólo una pequeña fracción para los artistas y desarrolladores. Esta estructura de ingresos desigual desincentiva la innovación y afecta la sostenibilidad financiera de los creadores independientes y emergentes.
Falta de Transparencia en las Transacciones
La opacidad es un problema endémico en la gestión de regalías y distribución de ingresos. Los creadores a menudo se enfrentan a procesos poco claros y burocráticos para el seguimiento de sus ganancias, lo que puede resultar en pagos retrasados, incorrectos o fraudulentos. La falta de visibilidad en las transacciones financieras hace difícil para los creadores planificar su futuro financiero y reinvertir en su arte.
Barreras de Acceso para Nuevos Creadores
El mercado actual favorece a las grandes entidades establecidas con recursos para dominar los canales de distribución y marketing. Los nuevos artistas y desarrolladores enfrentan altas barreras para entrar y competir en el mercado. Sin el apoyo de grandes sellos o estudios, es desafiante para los talentos emergentes alcanzar y cultivar una audiencia global.
Monetización Ineficiente de los Contenidos Generados por los Usuarios
En el ámbito de los videojuegos, aunque los usuarios invierten tiempo y esfuerzo en generar contenido dentro del juego, como personajes personalizados, mundos y escenarios, tienen oportunidades limitadas para monetizar estas creaciones. Los modelos actuales no reconocen ni recompensan adecuadamente el valor que los jugadores aportan al ecosistema del juego.
Participación Limitada del Consumidor
Los modelos de negocio actuales generalmente tratan a los consumidores como meros compradores o suscriptores, sin darles una participación real en el éxito de los productos que apoyan. Esta falta de involucramiento limita el potencial de construcción de una comunidad comprometida y leal, que es esencial para el éxito a largo plazo en la era digital.